Leo y releo con alegría e ilusión de futuro la reciente, abundante y bien trazada promoción de pelota infantil, benjamín o similar por los frontones de Rioja Alta con base en Santo Domingo de la Calzada. Ciudad que tuvo en otro tiempo varios pelotaris destacados en el campo de aficionados y a la que vendría bien algún vecino nativo en los frontones.

Los chiquillos, como en el fútbol o en el toreo, se animan y estimulas viéndose de blanco en los frontones. Compitiendo y ganando o perdiendo. Lo de jugar por jugar, sin competir, nunca me acabó de convencer. La preparación, en cualquier deporte, es para competir y ganar si es posible. Del segundo no se acuerda ni la familia.

También en fechas recientes se ha llenado el Adarraga a primeras horas de la mañana de niños con ilusión de aprender conociendo el ambiente de la pelota a mano. Ha bajado la asistencia con relación a ediciones anteriores.

Añadamos a lo anterior los diversos campeonatos o competiciones del mes de junio en categorías de juveniles y aficionados con lo que se está alimentando este deporte que supera el clásico ambiente rural y ofrece oportunidades a todo el que prospera y funciona a cualquier edad y categoría.

En el plan profesional siguen arriba los mismos de hace años. Unas veces pierden unos y otras ganan los que perdieron. Altuna, Iribarría, Urruti, Elezkano, Artola, Bengoetxea... Me sigue gustando mucho como especial y deportista Olaizola. Y me gustaría que estuviera en el corro Víctor.

Toco palmas para las damas riojanas que están consiguiendo premios en competiciones femeninas de frontón. No alcanzo a calibrar el trayecto. Pero todo lo que sea ampliar actividades deportivas está bien llevado. Nadie pensaba que el baloncesto, ciclismo y menos el fútbol femenino pudiera estar al nivel que hoy se encuentran.